En el área de la orfebrería los tayronas tenían un papel principal, pues desarrollaron bastante técnicas como:
- la cera perdida, que consistía en hacer moldes de barro rodeando una figura de cera, que se derretía después de calentar el empaque de barro. Luego de sacar la cera derretida, el orfebre vertía el oro líquido en el espacio dejado por la figura de cera, posteriormente esperaba a que se solidificara y rompía el molde para sacar la figura deseada.
- la tumbaga, una aleación de cobre y oro que permitía ahorrar recursos y derretir más fácilmente el oro.
- tratamientos para mejorar la calidad del oro, como calentarlo hasta la oxidación del cobre y luego sumergirlo en agua helada para conseguir una pátina permanente de oro y evitar que la pieza se cuartease. Finalmente el proceso terminaba con el lijado de la pieza hasta que llegara a la perfección.
Cerámica
La cerámica Tayrona se ha datado a partir del año 200 a. C. y hasta el 1650, y en la costa colombiana del Caribe hay evidencia de cerámica en de al menos el 2500 a. C.. Sus trabajos era echos en barro o en arcilla. Investigaciones recientes del arqueólogo Alejandro Dever en Chengue, Parque Tayrona, demuestran variaciones significativas para una división cronológica en cinco fases:
- Fase 1, del 200 a. C. al 500 d. C. y fase 2 del 500 al 900, ambas formando el periodo Nehuange.
- La cronología de la región también ha sido planteada por Carl Henrik Langebaek en su libro The Prehispanic Population of the Santa Marta bays, publicado en la Universidad de Pittsburgh (2005).
- Fases 1, 2 y 3 del llamado periodo Tayrona, desde el 900 al 1650. Estas tres fases se caracterizan por un aumento considerable en la variación, tamaño y el número de formas de las piezas de cerámica, conservando también estilos del periodo Nahuan.
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